En el momento en que la cultivación de Yuan alcanzó al Espíritu Emperador, su aura aumentó tanto que los inmortales pensaron que había saltado varios niveles en su avance.
—¡Este bastardo tuvo un avance en medio de una batalla! ¡Qué monstruo tan jodido!
—Espera... ¿eso significa que en realidad era solo un Rey Espíritu...?
La realización de que Yuan, siendo meramente un Rey Espíritu, poseía la destreza para luchar contra ellos se hizo evidente rápidamente. Sus caras se llenaron de terror al comprender todas las implicaciones de su poder.
—¡No podemos dejarlo vivir, o se convertirá en una amenaza inmensa para la humanidad más tarde!
—¡Mátenlo! ¡Usen todo lo que tengan!
Los inmortales atacaron frenéticamente a Yuan, viéndolo como una calamidad inminente destinada a destruir la humanidad en el futuro.
Mientras tanto, ver el avance de Yuan sacó a Bai Ning de su aturdimiento, y de repente se acercó al campo de batalla.
