Una vez que finalmente estuvieron solos, Kelan levantó la mano y mostró el símbolo de su facción, así como su rango.
La curiosidad de Yuan se avivó ante la vista del símbolo y rango de Kelan. Alzó una ceja e inquirió —¿Qué hace que una figura de alto rango como tú venga al Cuarto Cielo? Dudo que sea una tarea sencilla como atrapar a un inmortal fugado.
Yuan fingió no ser parte del Celestial Señor para ver la reacción de Kelan.
—No hay necesidad de estar en alerta. Mi nombre es Kelan, y el Senior Bai me pidió que me encargara de ti porque estaba preocupado de que tu lucha con el inmortal podría salir mal —dijo Kelan.
—Oh, ¿es eso así? Me disculpo si te ofendí de alguna manera antes, Anciano —la actitud de Yuan cambió de repente, volviéndose más respetable.
Esto desconcertó a Kelan.
«La manera en que trata a sus amigos y enemigos es tan enormemente diferente. Incluso si soy alguien ligeramente sospechoso, podría no dudar en acabar conmigo», Kelan pensó para sí mismo.
