—Maestro Divino, ¿eh? Finalmente, un desafío —Yuan sonrió al ver el aumento de cultivación del Inmortal.
—¡Esa arrogancia no durará mucho! —El Inmortal rugió antes de lanzarse hacia Yuan.
La sola presión del aura del Inmortal podría matar a un Rey Espíritu ordinario. Sin embargo, Yuan tenía el Físico Inmortal Dorado, así como un Cuerpo de Espada, por lo que apenas lo sintió.
—Ilusión Velada!
La niebla alrededor del Inmortal de repente comenzó a expandirse, cubriendo rápidamente cien millas a su alrededor.
Mientras estaba dentro de la niebla, el Sentido Divino y los ojos de Yuan resultaron inútiles. Lo único en lo que podía confiar era en su Mirada Divina e instintos.
De repente, como si apareciera una enorme horda de monstruos, Yuan pudo escuchar ruidos fuertes acercándose a él desde la distancia. Pronto, miles de siluetas aparecieron, estrellándose hacia él como una ola.