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Al ver la cara llena de dudas de Chu Shijian, Yuan asintió —Sí, es posible. Hay medicinas espirituales y elixires que pueden sanar dantians destruidos. Son un poco raros, pero definitivamente existen.
—Si puedes restaurar mi cultivación, ¡te estaré eternamente agradecido! Estoy listo para asumir la responsabilidad y pagar por el tesoro —dijo apresuradamente Chu Shijian, su voz llena de una nueva determinación.
Yuan levantó una ceja y dijo —¿Agradecido? Incluso si restaurara tu cultivación, aún soy responsable de haberla destruido en primer lugar.
—Al principio también te culpé, pero cuando me calmé y me di cuenta de mis deficiencias, llegué a la conclusión de que también tenía responsabilidad en mis acciones. Ya no te culpo y lo considero un castigo por mi fracaso como padre —suspiró Chu Shijian de manera abatida.
Yuan asintió y dijo —En cuanto al pago, considera que ya está completamente pagado.
—¿Eh? ¿Qué quieres decir? —preguntó Chu Liuxiang.