—¡Abrazado por el Aliento del Cielo!
Con un movimiento casual de sus mangas y abanico, Wu Zao conjuró una ráfaga de viento infundida con energía espiritual, que dirigió hacia el grupo de jugadores que avanzaban hacia él.
—¡Ah!
El viento, aunque no físicamente dañino, era una fuerza a tener en cuenta. Atravesó el aire, haciendo añicos las insignias de los jugadores en innumerables pedazos, una vista que envió una ola de pánico a través de sus filas.
—¡Insignia! ¡Rápido! ¡Protejan sus insignias!
Los jugadores rápidamente alcanzaron sus insignias, protegiéndolas del viento al abrazarlas con sus palmas.
Al ver esto, Wu Zao cargó contra su formación y comenzó a dar golpes en la cara a los jugadores enemigos con su abanico.
En el momento en que estos jugadores retiraron sus manos de sus insignias o contraatacaron, Wu Zao inmediatamente fue tras sus insignias.
—¡Mierda! ¿Cómo es tan rápido y escurridizo? ¡El muy bastardo es como una anguila! —lo maldijeron.
