Unas horas después de dejar su apartamento, Yuan y los demás llegaron a las puertas de la Montaña Espiral del Dragón, y para su sorpresa, Wang Ming y los demás los esperaban afuera con su equipaje.
—¿Por qué todos están esperando aquí fuera? —preguntó Yuan.
—No pudimos entrar porque no tenemos ninguna identificación, aunque estuvimos aquí ayer… —Wang Ming suspiró.
—Oh, cierto… El Presidente Lee solo me dio una identificación por ahora… Realmente espero que no hayan pasado la noche aquí.
—No, llegamos hace aproximadamente una hora, así que no fue tan malo.
Yuan asintió y fue a mostrar su identificación a los guardias.
—Bienvenido a la Montaña Espiral del Dragón, Joven Maestro Yuan. —Los guardias lo saludaron.
—¿Dónde puedo conseguir identificaciones para mis compañeros para que puedan entrar sin mí? —Yuan les preguntó.
—La Gerente se encargará de todo eso cuando los visite más tarde en el día —dijeron los guardias.
—Entiendo.