—Abuelo, acabamos de conocernos y no somos diferentes a extraños. ¿Cómo puedes pedirme que conciba un hijo con él? Sin mencionar nuestra situación... —Lan Yingying le dijo.
—¿Y qué si son extraños? Su relación no importará de todos modos, ¡ya que él se irá en un mes, te guste o no! —dijo el anciano.
—Incluso si dices eso... ¿Qué opina él sobre este asunto? —Lan Yingying se volvió a mirar a Yuan, quien parecía muy confundido acerca de la situación actual.
—¿Realmente necesitamos preguntarle? ¿Quién podría rechazar a nuestra hermosa nieta? ¿Y por qué pareces tan renuente? Si no continúas con nuestro linaje, ¿quién cuidará la tableta de piedra del Señor en el futuro? ¿Quién estará aquí para saludar al Señor cuando regrese? —el anciano suspiró.
—E-Espera un minuto… —Yuan interrumpió de repente—. ¿Qué quieres decir con tus últimas palabras? ¿No han pasado cientos de miles de años desde que el Señor 'desapareció' de este lugar? ¿Puede un humano vivir tanto tiempo?
