—Xiao Hua... ¿no me digas que vas a... —Yuan la miró con los ojos bien abiertos.
—Parece que Hermano Yuan quería sostener la espada, y Xiao Hua cree que debería invertir en el futuro de Hermano Yuan, ya que no hay duda de que él se convertirá en una gran figura en el futuro —Xiao Hua asintió y dijo.
—Si bien es cierto que quería intentar sostener la espada, es una exageración decir que la quiero... —Yuan dijo con una expresión perpleja en su rostro.
—No hay necesidad de ser humilde, hermano. Puedes engañar a otros pero no puedes engañarme a mí. Sé que quieres esa espada, y como dijo Xiao Hua, vales la inversión —Sin embargo, Yu Rou dijo con una sonrisa en su rostro.
—Yu Rou... tú ... —Yuan sacudió la cabeza a su pequeña hermana que le había traicionado. La única razón por la que rechazó el Arma del Alma fue porque temía el enorme precio que Xiao Hua podría tener que pagar para obtenerla para él.