Lan Yingying se acercó con calma al demonio después de que fue liberado de la Zona Selladora de Demonios.
—No pude ayudar a mis padres ni a mis abuelos en el Reino Místico, pero me he vuelto más fuerte. Si no puedo enfrentarme a un solo demonio, no soy digna de servirle. —Lan Yingying tenía una expresión solemne en su rostro.
Su cabello negro de repente se volvió blanco y sus ojos azules se volvieron rosados.
—¿Qué tipo de bestia mágica eres? Debes ser realmente especial si puedes transformarte en un humano con ese nivel de cultivación. —El demonio se relamió los labios mientras miraba fijamente a Lan Yingying.
—¿Bestia mágica? Prueba con Bestia Divina. —respondió ella con calma.
—¿Es una Bestia Divina...?
Los demonios se sorprendieron al saber que Lan Yingying era en realidad una Bestia Divina.
—¡Jajaja! ¡Qué suerte! ¡Nunca he probado la carne ni la sangre de una Bestia Divina antes! ¡Serás mi primera! —El demonio que la estaba combatiendo comenzó a reír a carcajadas.