—¿Por qué? ¿A qué te refieres con 'por qué'? ¿No quieres convertirte en el mejor sellador de demonios de los Nueve Cielos? —Yan Hara miró a Yuan con ojos grandes, casi como si no pudiera creer que él hiciera tal pregunta.
—Aunque yo no sea la mejor selladora de demonios ni la mejor maestra, definitivamente soy una selladora de demonios renombrada con mucha experiencia. Incluso maté a tres demonios reales antes. Si estudias bajo mi tutela, te garantizo que te convertirás en un gran sellador de demonios —Y continuó.
—¿Solo tres demonios? —Yuan levantó las cejas.
—¡¿A-Acaso me estás subestimando?! Tres demonios pueden parecer muy poco, pero debes considerar que los demonios están casi extintos. La mayoría de los selladores de demonios hoy en día ni siquiera han encontrado un demonio real, ¡mucho menos matar a tres! —Yan Hara pudo ver un atisbo de decepción en la mirada de Yuan y rápidamente se defendió.
