Una vez que ingresaron a la secta, el Cultivador los dejó en un área apartada antes de volar sin decir una palabra más.
Mientras Yuan y los demás miraban a su alrededor, un anciano regordete se acercó a ellos y dijo —Bienvenidos al Jardín de Bambú. Aquí es donde todos pasarán sus próximos cuatro años. Mientras estén aquí, deberán hacer trabajos para la secta, como cortar madera y recolectar agua. Por supuesto, si logran aprender la técnica de cultivación antes de ese tiempo, podrán salir antes.
—Su horario será muy simple. Habrá una cuota para cada uno de ustedes cada semana que debe completarse, o serán castigados. No me importa cuándo la terminen. Pueden cumplirlo el primer día de la semana o incluso el último día de la semana. Mientras cumplan con su cuota, pueden pasar el resto de su tiempo cultivando. ¿Alguna pregunta? Oh, pueden llamarme Anciano Kou.
