—¿Dónde coño está esa zorra, Min Li? ¡Hemos estado esperando aquí durante casi una semana! ¡Ya debería estar aquí! —Gu Tao gritó con voz furiosa cuando perdió la paciencia.
—¿Crees que la Familia Min nos engañó? —Luego, preguntó a su padre, que estaba sentado a su lado dentro del coche.
—Eso no es posible. Él no mentiría acerca de algo así. Solo dañaría la reputación de su familia, y tú sabes cuánto valoramos nuestro rostro. Además, estamos hablando de Min Li. No sacrificarían la reputación de su familia por ella. ¿Por qué crees que nos la vendieron en primer lugar?
—Tiene sentido... Sin embargo, eso no cambia el hecho de que Min Li no está aquí. Vinimos aquí inmediatamente después de dejar la Familia Min, así que no hay forma de que la hayamos perdido —Gu Tao dijo.
—Eso tampoco es posible. Hablé con la gente aquí. Ninguno de ellos ha visto a Min Li, y ella es una chica muy llamativa.