—¿Qué fue ese ruido?!
—¡Sonó como una explosión!
—¡Mierda! ¡Realmente espero que el demonio no acabe de romper su sello!
Los grandes ancianos entraron en pánico mientras subían las escaleras.
Mientras tanto, Yuan hizo todo lo posible por aprender el Golpe Sellador de Demonios mientras avanzaban, ya que esa era esencialmente su única posibilidad de ganar contra un demonio con su fuerza actual.
Finalmente, llegaron a la superficie y regresaron a la tumba principal.
—Mayores, voy a tomar prestadas algunas de las armas aquí! —Yuan les dijo, y sin esperar una respuesta, tomó una gran espada que se parecía al Señor Supremo Empíreo en tamaño de su vitrina junto con un par de dagas.
—¿Armas? ¡No me digas que estás planeando luchar contra el demonio! —El Anciano Wang le preguntó.
Yuan asintió y dijo:
