—Soy el Anciano Yang, y les daré una breve introducción a nuestro mundo antes de que exploren este vasto mundo por sí mismos —dijo el apuesto hombre de mediana edad flotando en el cielo—. En primer lugar, deben saber acerca de la existencia de los Cultivadores, ya que tenemos el potencial de convertirnos en los seres más poderosos de este mundo, incluso llegar a ser un Dios. Yo soy lo que ustedes llaman un Cultivador, y como Cultivadores, absorbemos la energía del Cielo y la Tierra que se conocen como Qi o Energía Espiritual para cultivar nuestros cuerpos. Una vez que hayan cultivado lo suficiente, podrán hacer cosas como volar por los cielos como un pájaro con alas o incluso partir los mares con un puñetazo».