—Gracias, Meixiu, por la lección. Tendré en cuenta todo lo que me has enseñado hoy —dijo Yuan después de pasar una hora escuchando la lección sobre las diferencias entre hombres y mujeres.
—Entonces voy a volver a mi habitación ahora. Estoy más agotada de lo habitual por alguna razón —Meixiu le dijo a él.
—Vale. Buenas noches —dijo Yuan.
Una vez que regresó a su habitación, Meixiu enterró su cara en la almohada y procedió a asfixiarse hasta que ya no pudo aguantar más.
Sin embargo, no pudo calmarse a pesar de hacer eso.
«Lo he hecho... Realmente le hice eso...» —lloró por dentro Meixiu, recordando lo que le había hecho a Yuan en el baño.
Aunque ella esperaba hacer esas cosas y aún más por Yuan cuando su madre la entrenaba, eso había sido hace años, y ya no estaban en la Familia Yu. Además, su relación ha evolucionado a ser mucho más que simplemente una sirvienta y su amo.
Meixiu pasaría toda la noche pensando en cómo debería comportarse cuando esté cerca de Yuan.