Después de entrar a la ciudad, Yuan le dijo a Luo Ling, —Los guardias mencionaron que el Señor de esta ciudad está en una situación problemática actualmente. ¿Cuál es el problema y cómo podemos ayudarle?
—Bueno, es así, Daoista Yuan. Hace algunos días, un aventurero ignorante fue a las montañas a cazar, y accidentalmente mató al hijo del Señor de la Montaña. Esto enojó mucho al Señor de la Montaña, que de inmediato culpó a nuestra ciudad y juró enviar un ejército de monstruos a pisotearnos muy pronto.
—¿Señor de la Montaña? ¿Es una persona o…? —Yuan levantó las cejas.
—El Señor de la Montaña es una temible bestia en el quinto nivel del reino de Guerrero Espiritual, y es una especie de guardián para la Montaña Pang que está justo al lado de nuestra Ciudad Pang. Si ataca nuestra ciudad, sólo mi padre que también está en el quinto nivel del reino de Guerrero Espiritual puede enfrentarse a él, pero entonces no podrá proteger la ciudad contra otros monstruos, y actualmente estamos escasos de personal con alrededor de 50 guardias, la mayoría de ellos siendo Aprendices de Espíritu. —Luo Ling le explicó la situación.
—Es por eso que estamos buscando cualquier ayuda que podamos obtener. Si el Daoista Yuan está dispuesto a prestarnos su poder, definitivamente nos ayudaría mucho, y no escatimaremos ningún esfuerzo para recompensarle después. —Luo Ling le dijo con la cabeza baja.
—Dado que esta ciudad necesita ayuda y la amenaza más fuerte está sólo en el quinto nivel del reino de Guerrero Espiritual, no hay razón para que me niegue a darles mi ayuda. —Yuan asintió.
Ahora que él está en el cuarto nivel del reino de Guerrero Espiritual, no debería tener problemas para enfrentarse incluso a los Guerreros Espirituales de séptimo nivel, y mucho menos a un Guerrero Espiritual de quinto nivel.
—¡Muchas gracias, Daoista Yuan! ¡Mi padre definitivamente estará extasiado de escuchar esto más tarde! —Luo Ling se inclinó ante él nuevamente antes de continuar caminando.
Algún tiempo después, llegaron a un enorme edificio situado en el centro de la ciudad.
—Bienvenido al humilde hogar de mi familia. —dijo Luo Ling cuando estaban en las puertas delanteras.
...
Yuan miró el edificio decorado con los ojos abiertos. ¿Cómo puede describirse tal lugar como 'humilde'?
—Bienvenida de vuelta, señorita. Bienvenidos a la Mansión del Señor, estimados invitados. —Los guardias junto a la puerta los saludaron cuando se acercaron.
—¿Dónde está mi padre? —les preguntó.
—El Señor Luo debe estar terminando de hablar con los otros invitados justo cuando hablamos
—¡Oh! ¡Estimados invitados! ¡Finalmente están aquí! —Un hombre de mediana edad con ropa oficial de lujo salió corriendo del edificio en medio de la frase del guardia.
—Bienvenidos a mi humilde morada, estimados invitados! Los guardias ya me han informado sobre su presencia. Muchas gracias por tomarse el tiempo de escuchar nuestra solicitud a pesar de estar tan ocupados ustedes mismos. —El Señor Luo extendió sus manos a Yuan para estrecharla.
—No se preocupe por eso. En realidad, no estamos tan ocupados de todos modos. —Yuan dijo mientras aceptaba el apretón de manos del Señor Luo.
—Por favor, sigamos hablando adentro.
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El Señor Luo los condujo luego a una gran sala de invitados y le dijo a Luo Ling —Tráenos nuestro mejor té y trae a los otros dos también.
—Sí, padre —Luo Ling asintió.
—Permítame ausentarme un momento, Daoista Yuan —Ella le dijo antes de salir de la habitación.
—Estimados invitados, una vez más, permítanme agradecerles por venir aquí —Señor Luo les dijo un momento después.
—Llámame Daoista Yuan, y ya he escuchado todo acerca de su situación de Luo Ling —Yuan le dijo—. ¿Necesitan ayuda para defender la ciudad, verdad?
—Así es, Daoista Yuan. Por vergonzoso que pueda parecer, siendo sólo un Guerrero Espiritual de quinto nivel, no tengo lo necesario para defender la ciudad en esta grave situación. Usualmente no tenemos que preocuparnos por las bestias dentro de la Montaña Pang debido a un tratado de paz entre la ciudad y el Señor de la Montaña, pero debido a lo ocurrido con el hijo del Señor de la Montaña, el tratado fue roto. Incluso habíamos intentado llevar al perpetrador directamente al Señor de la Montaña, esperando que al menos perdonara a la gente inocente en la ciudad, pero por desgracia, el Señor de la Montaña estaba demasiado consumido por la ira para preocuparse por ello —El Señor Luo habló con voz de suspiro.
—Daoista Yuan, la ciudad y yo estaremos eternamente agradecidos incluso si pueden ayudarnos a cuidar de los monstruos más débiles, ya que es la gente de la ciudad de la que más me preocupo y yo me encargaré del Señor de la Montaña por mí mismo.
Yuan asintió con la cabeza y dijo —Está bien, les ayudaremos a defender la ciudad.
—¡Gracias! ¡Muchas gracias, Daoista Yuan!
Algún tiempo después, Luo Ling regresó a la habitación con una tetera y dos tazas, junto con otras dos personas que parecían tener aproximadamente la misma edad que Yuan.
—Permítanme presentarles a mis otros hijos, Daoista Yuan —El Señor Luo señaló al apuesto joven y dijo—. Este es mi hijo mayor Luo Ming, que tiene 20 años y está en el primer nivel de Guerrero Espiritual.
—Hola, compañero Daoista —Luo Ming asintió hacia él.
El Señor Luo luego se dirigió a la hermosa joven a su lado y dijo —Esta es mi hija menor, Luo Li, que tiene la misma edad que el Daoista Yuan y está en el pico del nivel Aprendiz de Espíritu.
—Es un placer conocer a alguien tan talentoso y guapo como el Daoista Yuan —Le hizo una reverencia grácil con los colores de sus mejillas ligeramente rosadas.
'¿Guapo...?' Yuan levantó las cejas. Esta es la primera vez que alguien le elogia por ser guapo.
'Ahora que lo pienso, no sé cómo es mi apariencia en este juego...' Yuan se dio cuenta de repente, ya que nunca se preocupó realmente por su propia apariencia, por lo que no le dio importancia hasta ahora.
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