—¿Por qué estás vacilando ahora, Yingying? Olvida a nosotros los viejos y diviértete con los jóvenes. Definitivamente disfrutarás más el mundo exterior que este bosque —le dijo el Abuelo Lan.
—Además, concebirás su hijo en el futuro. Sería mejor para el niño si el padre está allí durante el nacimiento, ¿no crees también? —agregó la Abuela Lan.
—¿Qué pasa con mi deber? —preguntó Lan Yingying.
—¿Te preocupa eso? Déjaselo a nosotros. Continuaremos limpiando la tableta del Señor —dijo el Abuelo Lan.
Después de una breve pausa, continuó con una sonrisa en su cara:
— De hecho, a partir de hoy, tienes un nuevo 'Señor'.
—Espera... ¿Qué? —Lan Yingying lo miró con los ojos muy abiertos.
—Adelante y sirve al joven como tu nuevo 'Señor'. De todos modos, no estás atada por un contrato. Fueron nuestros antepasados quienes decidieron seguir al Señor. Simplemente estamos cumpliendo sus deberes como una tradición familiar —dijo el Abuelo Lan.
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