—Me quedaré aquí para cuidarlo. Ustedes pueden irse —Xi Meili se ofreció a quedarse aunque no fuera necesario. Sin embargo, quería estar allí cuando él despertara para poder felicitarlo.
—¿Estás segura? Esto llevará algún tiempo. Podemos simplemente bloquear el acceso a esta área para que nadie pueda molestarlo —le dijo el Emperador Dragón.
—Sí, quiero quedarme aquí —Xi Meili asintió.
—Haz lo que quieras…
El Emperador Dragón se fue con los demás poco después.
—¿Qué le pasa? Parece obsesionada con él —la Emperatriz Dragón preguntó a su esposo después de que se fueran, ya que desconocía la apuesta que él había hecho con Yuan.
—Le gusta —dijo el Emperador Dragón con una ligera sonrisa en su rostro y continuó—. Y ella quiere casarse con él.
—¿Qué?
Todos los presentes se volvieron a mirarlo con los ojos bien abiertos de asombro, especialmente Wang Xiuying y Xi Murong.
