—¿Qué más sabes sobre el fundador del Clan Sellador de Demonios? —Yuan le preguntó, su interés despertado.— Quizás podría aprender algo nuevo sobre su físico.
—No mucho, sinceramente. Era un hombre poderoso, uno de los seres más poderosos de su tiempo, y fundó el Clan Sellador de Demonios para exterminar a los demonios.
—Nadie conoce su pasado ni sus motivos para fundar el clan, pero todos los humanos e incluso las bestias mágicas lo admiraban como a un dios. En cuanto a los demonios, bueno, huirían solo con la mención de su nombre.
—¿Cuál era su nombre? —Yuan preguntó.
—Desafortunadamente, su nombre se ha perdido con el paso del tiempo, así que nadie realmente sabe. Sin embargo, conocemos su apodo: ¡Azote de Demonios, Divino Paragón!
—¿Divino Paragón? Qué apodo tan genial... —Yuan murmuró, pensando lo bonito que sería tener también un apodo.
Algún tiempo después, Yuan procedió a consumir los otros dos núcleos de monstruo.