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Chapter 31 - Negociaciones

—Señorita, ¿por qué no hablamos de esto? —El Maestro Espiritual tomó la iniciativa de hablar con Xiao Hua, ya que estaba seguro de que no podría derrotar a Xiao Hua en una pelea, y si los Hermanos Du seguían luchando contra Yuan, también perderían ante él tarde o temprano y perderían sus vidas.

Sin más opciones a mano, solo podía recurrir a suplicar su perdón, esperando que al menos perdonaran las vidas de los Hermanos Du.

Y dijo:

—¿Por qué no negociamos? Si dejas que los Jóvenes Maestros salgan de aquí ilesos, la Familia Du te compensará por los problemas que han causado a tu Joven Maestro.

—Dejarlos ir... ¿dices? Pero fueron ellos los que saltaron voluntariamente hacia el Hermano Yuan —Xiao Hua respondió con una expresión indiferente.

—No negaré que los Jóvenes Maestros son los culpables aquí, pero no ganas nada matándolos. De hecho, si los matas, independientemente de tus antecedentes, la Familia Du hará todo lo posible para vengar sus muertes, y estoy seguro de que ninguno de ustedes querría que toda la Familia Du los persiguiera.

—¿La Familia Du? Nunca había oído hablar de ellos antes —dijo Xiao Hua.

...

El Maestro Espiritual se quedó atónito. Aunque la Familia Du no es la familia más poderosa del mundo, son bastante famosos en el Mundo de Cultivación con múltiples expertos en el rango de Gran Maestro Espiritual dentro de su familia, e incluso si alguien desconoce sus logros, al menos conocerían su reputación.

—Además, si mato a los tres, ¿cómo sabrá la Familia Du quién los mató? Incluso si uno de ustedes logra escapar, ¿saben siquiera quiénes somos? ¿Cómo nos van a encontrar? —Xiao Hua le preguntó con una mirada fría que no encajaba con su aspecto infantil.

La tez del Maestro Espiritual se puso pálida de inmediato después de escuchar las palabras de Xiao Hua, y comenzó a darse cuenta de la gravedad de su situación. Si Xiao Hua mata a los Hermanos Du incluyéndolo a él, ¿quién le dirá a la Familia Du acerca de los culpables? ¡A menos que puedan hablar con fantasmas, nunca descubrirán la verdad!

—P-Por favor, ten piedad, ¡Señorita! No hay necesidad de derramar sangre por una complicación tan menor, ¿verdad? Al final del día, esos dos son solo Juniors que permitieron que su arrogancia y orgullo se les subiera a la cabeza. ¡Hay muchas personas como ellos por ahí, y estoy seguro de que incluso su Joven Maestro ha cometido errores antes! —El Maestro Espiritual comenzó a suplicar, y si no fuera por la presión de Xiao Hua sobre él, se habría arrodillado ante ella.

—¡No compares al Hermano Yuan con esos dos abusones! ¡Él es un hermano amable que jugó con Xiao Hua cuando nadie más lo haría! —Xiao Hua de repente gritó, emitiendo accidentalmente intención asesina, lo que sofocó al Maestro Espiritual.

—Yo... no puedo... respirar...! —El Maestro Espiritual empezó a ahogarse.

Mientras tanto, justo cuando Yuan derribó a los Hermanos Du al suelo, notó el ominoso aura detrás de él, lo que lo hizo girar y mirar.

—¡Xiao Hua!

Cuando vio la expresión desagradable en el rostro de Xiao Hua, su primer pensamiento fue que el Maestro Espiritual le había hecho algo, así que ignoró a los Hermanos Du e inmediatamente corrió a su lado.

—¿Estás bien, Xiao Hua?!

—¿Mm? —Al escuchar la voz de Yuan, Xiao Hua salió de su ira y se volvió para mirarlo, quien la miraba con expresión preocupada.

—¿Estás herida en alguna parte?! —le preguntó, y ella asintió.

—Xiao Hua está bien, Hermano Yuan.

—¿Es así? Me alegra oír eso —suspiró aliviado.

Después de saber que Xiao Hua estaba a salvo, Yuan finalmente notó al Maestro Espiritual que yacía en el suelo, jadeando mucho, casi como si acabara de correr una maratón.

""—¿Qué le pasó? —le preguntó a Xiao Hua en voz baja.

—Xiao Hua no sabe. —Ella se encogió de hombros casualmente.

Después de recuperar el aliento, el Maestro Espiritual habló:

—Por favor... te suplico... no nos mates...

—Eso no es para mí decidirlo. —dijo Xiao Hua—, y luego se volvió para mirar a Yuan, quien parecía desconcertado.

—¿De qué está hablando? ¿Por qué los mataría? —Yuan preguntó.

—¿Eh? ¿No nos vas a matar? —El Maestro Espiritual lo miró con los ojos muy abiertos y llenos de sorpresa.

—Aunque estoy enojado por todo lo que ha pasado hoy, no soy como algunas personas, que matarían a otro solo porque se ofendieron. Pero si te atreves a molestarme o a alguien más otra vez, no dudaré en matarte la próxima vez. —Yuan le dijo.

—¡G-Gracias, Joven Maestro! ¡Gracias por tener misericordia! Me iré de inmediato con esos dos, ¡y nunca volveremos a aparecer ante ti! —El Maestro Espiritual se inclinó ante él con lágrimas en sus ojos.

—¡Espera un segundo! ¿Quién dijo que puedes irte tan rápido? —Yuan dijo de repente.

—¿Eh? —El Maestro Espiritual lo miró con los ojos muy abiertos.

—Inesperadamente he usado la mayor parte de mi energía después de luchar con esos dos, y gasté 500 monedas de oro llenando mi estómago hace poco. Ahora siento que desperdicié mi dinero. ¿Cómo me vas a compensar por esta tragedia? —Yuan le dijo con el ceño fruncido.

—...

No solo el Maestro Espiritual, sino incluso Xiao Hua lo miraba con los ojos muy abiertos y llenos de sorpresa.

—O-Por supuesto... Aunque esto no es mucho porque los Jóvenes Maestros ya habían usado la mayor parte de él, te daré todo...

El Maestro Espiritual rápidamente sacó su bolsa de dinero y se la ofreció a Yuan como si le estuviera dando una ofrenda a un Dios.

'Nunca pensé que llegaría el día en que yo sería víctima de una extorsión, ¡y es incluso por un simple Guerrero Espiritual Junior!—Lloró hacia adentro, sintiendo su orgullo como Maestro Espiritual rompiéndose en mil pedazos.

Yuan carraspeó y aceptó la bolsa de dinero sin un ápice de vergüenza en su rostro, y habló después:

—Gracias por la donación.

'¡Donación, mi trasero!—El Maestro Espiritual refunfuñó hacia adentro, pero no se atrevió a quejarse en voz alta, ya que temía que Yuan cambiara de opinión y los matara a todos.

—Ya puedes irte.

Después de recibir el permiso de Yuan, el Maestro Espiritual fue de inmediato a agarrar a los Hermanos Du y rápidamente abandonó la escena.

—¡E-Espera un minuto! ¿A dónde nos llevas? ¡Todavía no hemos perdido contra él!

—¡Déjame luchar contra él! ¡No podré dormir esta noche si no lo golpeo!

Los Hermanos Du lucharon por escapar del agarre del Maestro Espiritual, pero al estar en un reino completamente inferior al de él, fueron llevados fácilmente por él, desapareciendo unos momentos después.