—Bienvenidos a la Ciudad de la Aguja Brillante, Mayores del Templo de la Esencia del Dragón. ¿Se dirigen al Continente del Norte para el Reino Místico? —El trabajador allí reconoció de inmediato su identidad e incluso su destino de un vistazo, ya que había sido advertido de antemano.
—Sí, así es. —Long Yijun asintió con la cabeza.
Algún tiempo después, después de pagar al trabajador la cuenta en piedras espirituales, Long Yijun y los demás pasaron por el dispositivo de teleportación.
—¿Estás bien? —Yuan preguntó a Meixiu después de notar la incomodidad en su rostro.
—Sí... Solo un poco mareada. —Meixiu dijo.
—Eso es lo que sucede cuando los mortales usan dispositivos de teletransportación. No te preocupes, no es nada serio y desaparecerá después de un tiempo. —La Anciana Shan les dijo.
Unos momentos después, regresaron a los cielos en su tesoro volador.
—Llegaremos al lugar en tres horas. —Long Yijun les dijo en el aire.
