Después de cultivar en el mundo real durante un par de horas, Yuan detuvo su cultivación y esperó a que Yu Rou entrara en su habitación.
De repente, pudo escuchar pasos acercándose a su habitación. Sin embargo, estos elegantes y silenciosos pasos no pertenecían a Yu Rou.
Unos momentos después, la puerta se abrió y la voz de Meixiu resonó:
—Buenas noches, Joven Maestro. Yo lo atenderé esta noche porque la Señorita ha sido llamada por los Maestros.
—¿Nuestros padres? ¿Sabes por qué? —Yuan le preguntó.
—No lo sé, Joven Maestro.
—Entendido. Gracias.
Unos momentos después, Meixiu comenzó a quitarle la ropa a Yuan y a limpiarlo con una toalla húmeda.
—Joven Maestro, si no le molesta que pregunte, participó en una competición musical en Cultivo en Línea, ¿verdad? Lo escuché de la Señorita. —Meixiu le preguntó de repente.
—Sí, lo hice.
—¿Qué tipo de instrumento tocó? —ella preguntó luego.
—Un instrumento llamado cítara —dijo casualmente Yuan.