—Iluminación Espiritual, ¿eh? Han crecido —murmuró Yuan con una sonrisa detrás de su máscara. La Facción Selladora de Demonios no solo había alcanzado su nivel de cultivación sino que incluso lo había superado.
Naturalmente, si podían sostener una vela en comparación con su destreza era una historia completamente diferente.
El oponente de Xi Murong tragó nerviosamente al darse cuenta de que estaba en Iluminación Espiritual.
Sin embargo, el joven no se rindió y avanzó:
—Hmph. ¿Y qué si estás en Iluminación Espiritual? ¡Jamás me rendiría!
—¿Ah sí? —murmuró Xi Murong mientras sacaba una daga de grado Espíritu.
Una de las reglas en el torneo prohibía a los participantes usar tesoros por encima del grado Espíritu, ya que eso derrotaría el propósito del torneo. Se suponía que debían mostrar sus talentos, no su riqueza, después de todo.
La única razón por la que no había restricción en su cultivación era simplemente porque la cultivación de uno se consideraba un talento.
