—Hey, deja de jugar y combáteme en serio. No tienes el lujo de retenerte contra mí. Simplemente atácame con toda tu fuerza —le dijo Long Wu Qing con una expresión de decepción en su cara.
Esta era la primera vez que enfrentaba a un oponente que no se esforzaba al máximo contra ella desde el principio. Era una sensación extraña estar en el extremo receptor, ya que ella solía ser quien se retenía.
—Lo siento, es una mala costumbre mía subir la intensidad poco a poco mientras me acostumbro a la fuerza de mi oponente —se disculpó Yuan.
Él estaba acostumbrado a aumentar lentamente su fuerza para igualar a su oponente y así no terminar la pelea demasiado rápido. Sin embargo, Long Wu Qing era una oponente que fácilmente podría luchar contra alguien de varios reinos por encima de su propia fuerza, al igual que Yuan.
—Dicho eso... También puedo decir lo mismo de ti —dijo Yuan, y su aura de repente se disparó.
