Después de teletransportarse, Long Yejun se encontró dentro de una dimensión apartada que había sido creada únicamente para el Festival del Dios Dragón. No perdió tiempo mirando el vacío y buscó a su oponente.
Sin embargo, instintivamente supo contra quién había sido emparejado después de sentir su presencia tiránica.
—Hermana mayor —murmuró Long Yejun en voz calmada después de confirmar que su oponente era Long Wu Qing.
Ya se había preparado mentalmente para luchar contra Long Wu Qing, por eso no actuó sorprendido. De hecho, había pasado el último mes preparándose para luchar contra ella.
—¿Por qué no me sorprende, hermanito? —habló de repente Long Wu Qing—. ¿Es esto el destino, o es el deseo de nuestro padre?
Había una posibilidad de que el Dios Dragón los hubiese emparejado a propósito. Sin embargo, no tenían pruebas.
—De cualquier manera, no importa. He estado preparado para luchar contra ti desde que decidí participar en el Festival del Dios Dragón —dijo Long Yejun.
