Después de teletransportarse, Yuan se encontró rodeado por la oscuridad, casi como si hubiera regresado dentro del Abismo Espiral Infinito.
Sin embargo, curiosamente, podía ver a su oponente claramente.
—¡Jajaja! ¡Qué suerte! —su oponente, un hombre de cabellos rojos, se reía histéricamente.
Yuan miraba a su rival con una mirada tranquila. Esta no era su primera vez encontrándose con él.
—No puedo creer que realmente me haya tocado el hijo del Monarca Primal. ¡Qué afortunado! —exclamó su rival.
—Dragón de Fuego Infernal… —Yuan murmuró con una ligera sonrisa en su rostro.
El Dragón de Fuego Infernal era uno de los Siete Monarcas Dragón como el Monarca Dragón de Fuego. Era alguien a quien nadie quería como oponente, especialmente en un combate a muerte.
Sin embargo, a pesar de estar emparejado con uno de los seres más fuertes en el Santuario del Dragón Divino, Yuan no estaba ni siquiera mínimamente preocupado. Después de todo, su rival se especializaba en fuego.
