—¡Ese humano! ¡Ha conseguido inmunidad al fuego! —exclamó Feng Yao, su expresión llena de asombro—. ¡No sabía que los humanos podrían hacer eso!
Siempre había creído que solo las bestias con linajes únicos, como los fénix, eran capaces de adquirir tal inmunidad. El hecho de que un humano lo hubiera logrado desafiaba sus expectativas y entendimiento.
Incluso en los Nueve Cielos, lograr la inmunidad al fuego era un logro excepcionalmente raro. Aquellos que lo lograban típicamente dependían de técnicas especiales, tesoros invaluables y años de cultivación dedicada para alcanzar ese nivel. También había aquellos nacidos con físicos únicos que les otorgaban inmunidad al fuego naturalmente, pero esa era una historia diferente ya que no lo habían ganado a través del esfuerzo sino que simplemente nacieron con el don.
El hecho de que Yuan lo hubiera logrado sin la ayuda de una técnica hacía su logro aún más extraordinario.
Sin embargo…