—¿La cítara, eh? —Yu Rou murmuró después de escuchar acerca de este instrumento de Yuan—, y dijo un momento después:
—La gente solía tocar esos instrumentos en los tiempos antiguos si no recuerdo mal, pero rara vez se tocan hoy en día.
—¿Qué? ¿Por qué la gente dejó de tocarlos? ¡Es un instrumento tan maravilloso que puede invocar los sentimientos internos de uno con una sola nota! —Yuan preguntó con voz sorprendida—, ya que no podía entender por qué la gente dejó de tocar la cítara de repente.
—Tampoco estoy muy segura, pero puedo buscarlo en línea si quieres —Yu Rou le dijo.
—Está bien.
—Dame un momento ...
Yu Rou sacó su teléfono inteligente e hizo una rápida búsqueda en la web.
—Cítaras ... ¿Eh? —Yu Rou soltó una voz sorprendida.
—¿Qué pasa? —Yuan levantó las cejas y le preguntó con su interés despertado.
—Bueno ... dice que la razón por la que la gente dejó de tocar la cítara fue debido a alguna maldición ... No tiene sentido —Yu Rou dijo.
—¿Maldición?