—Tú... ¿qué diablos eres? —Zi Xuan miró a Tian Qiyuan con los ojos tan abiertos como platos. Le había llevado miles de años dominar los Artes de Espada Inigualables. Sin embargo, a Tian Qiyuan solo le tomó una mirada para dominar completamente la técnica de espada. Ella nunca había oído hablar de algo así, mucho menos presenciarlo con sus propios ojos.
—¿Eres secretamente un discípulo de nuestra Secta de los Nueve Espadas Sin Rival? —preguntó con una mirada sospechosa en su rostro.
Si realmente fuera un discípulo de su secta, eso explicaría su conocimiento de los Artes de Espada Inigualables. Sin embargo, incluso dentro de su secta, menos de cinco individuos habían aprendido los nueve niveles, y ella era la única que había dominado todos los nueve niveles. Entonces, ¿cómo podría él ejecutar todos los nueve niveles a la perfección?
—No, no soy un discípulo de la Secta de los Nueve Espadas Sin Rival.
