—¡Su Majestad! ¡Ese arrogante bastardo mató a los soldados que habíamos enviado otra vez! A este ritmo, ¡perderemos a todos nuestros soldados de reserva por su culpa! —informó el actual General Supremo del Ejército Celestial al Emperador Celestial.
La frustración apretó los dientes del Emperador Celestial. Si no fuera por la desviación de su ejército principal en la Guerra Celestial de Inmortales y Dioses, podría haber aplastado fácilmente a Tian Xian. Pero lamentablemente su única opción era desplegar sus fuerzas de reserva, ya que sus enemigos podrían potencialmente cambiar la marea de la guerra si él debilitaba su ejército principal, aunque solo fuera ligeramente.
Han pasado seis años desde que Tian Xian desafió abiertamente al Emperador Celestial. Decenas de miles de soldados del Emperador Celestial habían perecido a manos de Tian Xian, quien se volvía cada vez más formidable con cada combate.
