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Uno podría esperar que la vida de Tian Xian mejorara después de ser adoptado por un bandido de montaña, pero fue tratado como un sirviente hasta que logró demostrar a los demás que tenía lo que se necesitaba para convertirse en un compañero bandido.
—Si quieres ser reconocido como un compañero bandido, ¡necesitarás saquear al menos 10 monedas de oro por ti mismo! —gritó su jefe.
—Si ni siquiera puedes hacer eso, ¡mejor serás un esclavo por el resto de tu vida! —añadió otro bandido con desprecio.
Después de años de autoentrenamiento sin ningún instructor, Tian Xian finalmente ganó el respeto de los demás al saquear 100 monedas de oro de un comerciante después de matar a tres guardias mortales por sí mismo. Solo tenía 10 años en ese entonces.
—¡Jajaja! De ahora en adelante, ¡serás nuestro decimoséptimo hermano! —declaró el jefe entre risas.
—¡100 monedas de oro! ¡Eso es un récord! ¡Por nada menos que 24 monedas de oro! —exclamaron los demás bandidos asombrados.
