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Ahora que ninguna alma desterrada se atrevía a acercársele, Yuan encontraba su viaje por el Reino de las Sombras mucho más relajado. Sin embargo, eso no significaba que fuera un viaje de ocio, ya que tenía que concentrarse en controlar la cantidad de fuerza del alma que exudaba.
Si exudaba demasiado, podría herir a las almas desterradas, causando que se alborotasen, pero si era demasiado débil, no lograría mantenerlas alejadas. Además, tenía que tener cuidado con tal acto en su totalidad, ya que fácilmente podría volverse en su contra y dañar su alma.
Afortunadamente para él, su técnica de cultivo del alma Alma Indómita del Cielo recuperaba constantemente su fuerza del alma, de lo contrario, no habría sido capaz de utilizar tal método.
Varios días después, Yuan todavía vagaba por el Reino de las Sombras sin tener ni idea de su ubicación.
