—¿Debería asistirlos? —Tian Yang se preguntaba a sí mismo mientras observaba a los expertos luchar contra el Leviatán.
Todos los expertos que combatían el Leviatán tenían niveles de cultivación que superaban con creces el suyo, y Tian Yang carecía de experiencia en enfrentarse a demonios marinos. Sin embargo, la grave situación sugería que el Leviatán podría eliminar a los expertos. En tal evento, el barco, junto con todos los que estaban a bordo, sería el próximo blanco del Leviatán.
De repente, el capitán hizo otro anuncio:
—Estimados invitados, por favor intenten mantener la calma, pero nuestro barco está actualmente bloqueado por un Leviatán. Nuestros expertos ya están combatiendo al demonio marino para proteger el barco, pero si al menos eres un Señor Espiritual, ¡por favor presta tu ayuda! ¡Serás grandemente recompensado por tus contribuciones!