—¡Ah! ¡Yuan! —Huang Xiao Li se cubrió la boca con una mirada de shock en su rostro después de presenciar cómo el brazo de Yuan explotaba convirtiéndose en un desastre sangriento.
Mientras tanto, la audiencia aplaudía ruidosamente a la Guardia Real Basar.
—¡Síii!
—¡Mátalo con tu próximo golpe! —La audiencia le deseaba victoria.
Sin embargo, en el momento siguiente, justo cuando la audiencia comenzó a estallar en celebración, el brazo previamente aniquilado de Yuan se regeneró milagrosamente, emergiendo nuevamente en perfectas condiciones. La súbita recuperación dejó a los espectadores en silencio atónito, una conmoción sobrecogedora se asentó sobre la congregación mientras luchaban por comprender el asombroso espectáculo ante ellos.
—¿Qué demonios acaba de hacer? ¿Cómo se recuperó de tal lesión?
—¡No puede ser! ¡Debe haber usado algún tipo de medicina o tesoro!
