—¡Para nuestro tercer combate, tenemos al Guerrero Gulag y su oponente, Tian Yang! —El Emperador Gigante Kulas anunció personalmente el emparejamiento, mostrando su favoritismo.
—Ese humano será aplastado como un insecto por el Guerrero Gulag en un parpadeo. ¿Cuál es el punto de esta pelea? —Un gigante se burló al percibir la insignificante base de cultivación de Yuan.
—¡El Guerrero Gulag sí que tiene suerte. ¡Esto es básicamente una ronda gratis para él!
—¡Buena suerte, Yuan! ¡Sé que puedes vencerlo! —Los sonoros ánimos de Huang Xiao Li se superpusieron a las burlas circundantes, atrayendo varias miradas descontentas.
—¡Jajaja! ¿Cómo se atreve un mero cultivador humano del Reino del Espíritu a interponerse en el camino de un experto del Reino Divino? ¡Puedo matarte con un estornudo! —El Guerrero Gulag rió a carcajadas.
A pesar de las burlas y el desdén, la expresión facial de Yuan permaneció igual, completamente tranquila.