Después de confirmar su reprogramación con Liang Xiaosheng, Li Luoyang llevó a Yuan a su habitación en el cuarto piso.
Sin sorpresas, como la intérprete más popular y que más ganancias aporta del establecimiento, la habitación de Li Luoyang ocupaba la mitad del cuarto piso. El interior de su habitación era simple pero elegante, con decoraciones que apenas eran notables hasta que Li Luoyang se paraba cerca de ellas, realzando su belleza.
—Por favor, ponte cómodo —le dijo Li Luoyang mientras tomaba su asiento habitual junto a la plataforma.
Yuan se sentó directamente enfrente de ella.
—Entonces, ¿qué te gustaría saber sobre mi maestra? —le preguntó Li Luoyang.
—Oh, solo para que sepas, esta información no será gratuita. A cambio, quiero que toques algunas canciones para mí con esa Cítara Atrapa Almas.
—Por supuesto —asintió Yuan.
—Entonces, para mi primera pregunta, ¿sabes dónde está la Diosa de la Cítara ahora?