—¿Quieres que me alíe con otros Exiliados para tratar con un solo Exiliado? ¡Jajaja! ¿Me estás tomando el pelo, Zheng Yanwu? —El Exiliado de Zheng Yanwu, un robusto hombre de mediana edad, estalló en risas ante la absurdidad de la sugerencia.
—Déjame terminar, Xie Jin. Ella no es cualquier Exiliada— es una Exiliada del Clan Asura —dijo Zheng Yanwu, las palabras mágicas.
—... —La risa de Xie Jin cesó abruptamente y su rostro se congeló, superado por un terror profundo y visceral.
—¿Clan... Asura? ¿Quieres que luche contra alguien del Clan Asura? ¿Estás completamente loco? Antes me tragaría mi propia lengua que meterme con esos monstruos —exclamó Xie Jin, su voz temblando de miedo.
—¿Es realmente ese Clan Asura tan aterrador? Solo he aprendido sobre ellos a través de un amigo —frunció el ceño Zheng Yanwu.
—¿Estás proponiendo seriamente que nos enfrentemos al Clan Asura cuando no sabes absolutamente nada sobre ellos? —replicó Xie Jin con incredulidad.