Poco después de salir de la Tumba del Emperador sin Nombre, Yuan pudo sentir a dos individuos observándolos desde la distancia.
Uno de ellos tenía la cultivación de Señor Espiritual de Primer Nivel, mientras que el otro exudaba la presencia de un Rey Espíritu Pico. Además, el Rey Espíritu Pico tenía un aura única que le resultaba extrañamente familiar a Yuan.
Sin embargo, Yuan no les prestó demasiada atención, al menos no hasta que el Rey Espíritu Pico comenzó a acercarse a ellos con una mirada agresiva en su cara.
—Tenemos compañía —dijo Yuan a Xi Meili, quien estaba absorta por la entrada de la Tumba del Emperador sin Nombre.