Después de salir de su ensimismamiento, el Fénix Primordial volvió a concentrarse en Tian Yi, y habló —Entiendo lo que estás intentando hacer, pero no veo cómo tiene algo que ver conmigo. ¿Qué quieres de mí?
—Me gustaría que fueras testigo de mi viaje con la Diosa Dragón y otros que podrían unirse a nosotros en el futuro —dijo Tian Yi.
—En otras palabras, quieres que me convierta en tu seguidora... ¿Con esta molesta serpiente a mi lado todo el tiempo? ¡Me niego! ¡Solo sobre mi cadáver! —el Fénix Primordial rechazó inmediatamente su oferta, lo cual no le sorprendió en lo más mínimo.
Pero él no se rindió y continuó convenciéndola —No te estoy pidiendo que te conviertas en mi seguidora. Eres libre de observarme desde la distancia o a mi lado, igual que la Diosa Dragón aquí presente. ¿No quieres ser parte de algo mucho más grande que tú misma? Podría ser el comienzo de una nueva era, una que tú ayudaste a crear. También beneficiará enormemente a tu negocio.
