Después del desayuno, Xi Meili llevó a Yuan a la habitación de vestir de su familia, donde había todo tipo de atuendos disponibles.
—Con tu nueva apariencia, puedes pasar fácilmente por alguien de la realeza, así que antes de ir a la Ciudad Dragón Azul, debes vestirte adecuadamente.
—¿Quieres que finja ser de la realeza? —Yuan preguntó con cara de desconcierto.
—Como participaste en la Ceremonia de Limpieza de Sangre de nuestra familia, no sería exagerado llamarte de la realeza. —Xi Meili dijo mientras rebuscaba entre la ropa vieja de su padre.
Finalmente, encontró un par de túnicas blancas y doradas con un dragón dorado bordado en el frente y en la espalda.
—¡Esto! ¡Te quedará perfecto! —Xi Meili habló con voz emocionada mientras le entregaba las túnicas.
—También me cambiaré. Cuando termines, nos vemos en la entrada.
Xi Meili dejó a Yuan solo después de eso.
Después de cambiarse a su nueva ropa, Yuan salió de la habitación de vestir y se dirigió a la entrada del palacio.
