Xi Mingze tuvo que tomarse un momento para procesar el hecho de que Lan Yingying había sido embarazada por un humano, algo que ella no creía posible.
—Este humano... ¿es él...? —Xi Mingze tragó nerviosamente mientras una cierta persona aparecía en su mente.
—Sí, es Yuan. Sucedió recientemente, así que faltan unos mil años para que dé a luz.
—Yo-Yo pensé que sería él... —Xi Mingze sintió que sus piernas se debilitaban después de confirmar sus sospechas.
—Entiendo muy bien tus sentimientos, pero si es el Joven Maestro, él es más que digno. —Feng Yuxiang rió después de ver la reacción de Xi Mingze, que era similar a la suya cuando se enteró del embarazo de Lan Yingying.
Lan Yingying asintió en silencio, de acuerdo con Feng Yuxiang.
—De todos modos, el Joven Maestro no solo es amable, cariñoso y apasionado, sino también extremadamente talentoso. Aunque no sé cómo reaccionará si Xi Meili le pide ser su pareja, sí sé que él la dejará seguirdlo con gusto.