Diez horas. Yuan había pasado diez horas en tiempo real recordando sus memorias con la espada, pero dentro de su mente, habían pasado decenas de años.
Había luchado contra miles de enemigos, viajado decenas de miles de millas, y eventualmente tuvo que poner a descansar la espada cuando se volvió demasiado dañada para usar.
Cuando Yuan volvió a la realidad, se quedó sentado allí con una mirada aturdida en su rostro, y las lágrimas corrían por sus mejillas.
—Lo recuerdo ahora... Recuerdo nuestro tiempo juntos... Sable Estrella En Caída. —Cuando Yuan pronunció este nombre familiar, la espada frente a él comenzó a temblar, casi como si estuviera respondiendo a su llamado.
Sin embargo, se calmó unos segundos después. Al final, este Cementerio de la Espada y todas las espadas dentro no eran más que una ilusión, algo que el hombre enmascarado había creado a partir de sus recuerdos.
A pesar de eso, las memorias mostradas a Yuan por la espada eran definitivamente muy reales.
