Yuan cerró los ojos y comenzó a recitar la técnica sin nombre en su cabeza.
Unas horas más tarde, la Familia Huang pudo ver un aura roja emanando del cuerpo de Yuan, y él daba la impresión de una bestia salvaje sedienta de sangre.
—¿Y-Yuan? ¿Estás bien? —Huang Xiao Li le preguntó con voz nerviosa, ya que la presión que emanaba de él era bastante abrumadora.
Él abrió los ojos y asintió con una expresión tranquila:
— No te preocupes, estoy bien. Es solo una nueva técnica que aprendí recientemente.
Mientras tanto, en la sala de espectadores, Li Jinxi miró a Yuan y su aura roja con los ojos muy abiertos.
—Ese aura roja parece muy familiar... —Chu Liuxiang murmuró en voz alta cuando lo vio.
—Es mi técnica —dijo Li Jinxi.
—¿Eh? ¿Se lo enseñaste? ¿Cuándo?
