—¿¡Dónde está el cañón?! —Xian Kun entró en frenesí y sus ojos se pusieron inyectados de sangre mientras buscaba desesperadamente por todas partes.
¡El Cañón de Partículas Cósmicas no tenía precio!
Solo Xian Kun sabía cuánto le había pagado a su padre para poder tomar prestado este cañón durante unos meses, y si lo perdía o algo malo sucedía, las consecuencias serían insoportables.
Thao Zhi también frunció el ceño, sintiéndose un poco incómodo al ver al humano acercándose cada vez más rápido.
¿Qué demonios acababa de pasar con el cañón? Thao Zhi no había sentido nada en absoluto.
El Cañón de Partículas Cósmicas era un objeto grande, el cuerpo tenía aproximadamente 10 metros de ancho y el cañón tenía más de 60 metros de largo con una boca grande de 5 metros de ancho, por la cual pasaban enormes cantidades de energía capaces de hacer explotar una ciudad entera.