Cuando los registros del pendiente fueron presentados ante Bai Zemin, él dudó de sus ojos un poco hasta el punto de revisarlo de nuevo por si acaso.
No fue hasta después de la segunda vez que finalmente aceptó la verdad junto con las palabras de Kali.
—Para ser sincera, cuando me diste ese colgante de Rango 5 y me pediste que te ayudara a dibujar las mejores runas que pudiera hacer pensé que esto podría pasar —dijo antes de caer en silencio por un par de segundos y continuar con un suspiro—. Pero, verlo en persona es realmente... ¿Cómo puedo ponerlo?... Admito que me siento un poco bien en este momento. Probablemente de la misma manera que te sentiste cuando terminaste de forjar el pendiente.
