Bai Zemin bajó la cabeza y se frotó la barbilla mientras escuchaba las palabras que Kali decía.
Cuando ella le dijo que su alma era blanca, pura blanca, Bai Zemin sintió repentinamente una traza de inspiración momentánea. No se atrevió a dejar pasar esa oportunidad, por lo que rápidamente comenzó a perseguir esa pequeña traza que estaba justo al alcance de la extensión de su brazo.
Al ver que Bai Zemin caía de repente en una profunda reflexión, Serafina y Kali sintieron instintivamente que era mejor no perturbar y, por lo tanto, ninguna de ellas dijo nada.
Incluso Lilith lo miró con ojos brillantes. Su corazón sentía inquietud y ansiedad, sabía que este podría ser un momento muy importante no solo para Bai Zemin, sino también para su futuro juntos con él, ¡este podría ser el momento crucial que quizás marcaría un nuevo comienzo en la historia del cosmos!
