Después de derrotar a los trasgos, aún había mucho trabajo por hacer, aunque la guerra donde las armas se balanceaban y la sangre volaba por todas partes había terminado, había muchas tareas que debían realizarse lo más rápido posible.
Primero, los cadáveres de los trasgos no clasificados debían ser recolectados y cremados; todo el campo de batalla necesitaba ser limpiado. Dejar cadáveres al aire libre no solo atraería seguro a innumerables bestias mutantes, sino que también podría causar el nacimiento de una nueva plaga; no pocas veces la humanidad estuvo al borde de la destrucción debido a una plaga, y la famosa Muerte Negra era prueba de ello.