El halcón era realmente grande, el pájaro más grande que Kang Lan o probablemente cualquier otro ser humano haya visto alguna vez con sus propios ojos fuera de una pantalla de cine.
Su envergadura era de más de treinta metros y tenía una altura de alrededor de 30 a 40 metros. Su cuerpo estaba cubierto de plumas plateadas que parecían brillar como gemas preciosas bajo el resplandor del rayo que iluminaba el cielo casi completamente negro, así como los débiles rayos de sol. Sin embargo, lo que más llamó la atención de Kang Lan cuando miró al gigantesco halcón no fue ninguna de las cosas mencionadas anteriormente, ni fueron sus patas cubiertas por afiladas garras de color verde esmeralda, sino sus dos grandes ojos dorados similares a los de un búho.