Fue en ese momento, justo cuando una nueva gran amenaza se acercaba a gran velocidad desde la distancia, que Xia Ya finalmente logró acabar con la vida de la hormiga tejedora roja con la que había estado peleando todo este tiempo.
El cuerpo de la hormiga tejedora cayó sin vida en el suelo justo en medio de su carga hacia Xia Ya y ella esquivó hábilmente la caída de la criatura.
Sorprendentemente, el cuerpo de la hormiga tejedora roja tenía ahora varias nubes negras con imágenes de cráneos blancos saliendo de él y en momentos toda su sangre fue absorbida como si un monstruo invisible la estuviera absorbiendo silenciosamente.