—¿Eh? Lo siento, no te he escuchado —Shangguan Bing Xue frunció ligeramente las cejas y se inclinó un poco más cerca.
No estaba fingiendo que no había oído nada, el problema era que realmente no había oído. Porque Bai Zemin había hablado en un tono de voz demasiado bajo debido a su dolor y porque Shangguan Bing Xue estaba experimentando agotamiento mental como resultado de haber perdido todo su Mana de una vez, resultó que hubo un fallo en lo que uno quería expresar y lo que el otro iba a escuchar.
Bai Zemin la miró por un momento antes de negar con la cabeza y decir con calma:
—No es nada.
No hacía falta que dijera nada de todos modos. Probablemente ella ya sabía eso también considerando lo inteligente que era.
—Por cierto, ¿te encuentras bien? —Shangguan Bing Xue no continuó con el asunto anterior y en cambio miró la sangre que goteaba de su mano y señaló.
—No te preocupes, no es gran cosa —Bai Zemin agitó la mano y lo tomó como si no fuera nada.